23 de julio de 2011

LA PALABRA DEL MADRID


Ahora que el Real Madrid ha comenzado la pretemporada las miradas de los aficionados y de los periodistas se centran en las caras nuevas, los sistemas y la forma de jugar de Mourinho, la primera pretemporada desde el inicio que hace Kaká de blanco, el ambiente en los entrenamientos y las probables bajas de Drenthe, Canales, Pedro León y Lass. Pero nadie parece reparar en la baja más importante que tendrá el club blanco respecto a la anterior temporada: Jorge Valdano.

Atrás ha quedado la marcha del ex Director General Deportivo por una "disfunción" y falta de armonía entre él y José Mourinho, como explicó Florentino Pérez el día del despido. Todo empezó con unos artículos de Jorge Valdano críticos con el portugués, siguió con el conflictivo tema del delantero centro ("Había un '9', pero estaba en el banquillo [Benzema]", respondió Valdano ante la prensa tras las continuas peticiones del entrenador) y acabó con Mourinho ignorando al argentino: pidió que no viajase en el avión de la plantilla, decidió reunirse directamente con Florentino Pérez y evitó nombrar a Valdano al hablar de los aciertos en los fichajes. Las distintas posturas de ambos sobre los arbitrajes -Mourinho y su conspiración en las semifinales de la Champions frente al Barcelona; Valdano y sus matices y prudencia, sin querer realizar críticas feroces- confirmaron una ruptura que el Presidente resolvió con simpleza: en vez de forzar una reunión a tres como pedía Valdano para aclarar las diferencias, echó al Director General Deportivo y Adjunto a la Presidencia y reforzó a Mourinho, que pasó a tener "responsabilidades totales" y la portavocía deportiva del club. "Florentino Pérez, acabada la temporada, tenía que decidir y se ha decantado claramente", lamentó Jorge Valdano.

Así, el Real Madrid gana la continuidad de Mourinho tras haber visto pasar 10 entrenadores desde que en 2003 Del Bosque, ahora aclamado y premiado, fuese despedido también por Florentino Pérez. Una continuidad que viene respaldada sobre todo por unas semifinales de la Champions a las que el madridismo ya no estaba acostumbrado y la victoria en la Copa del Rey ante el Barça, actualmente el mejor equipo de Europa. Pero el Real Madrid no es solo un equipo de fútbol; es un club de 109 años de exitosa Historia al que se ha ligado a la grandeza y el señorío ("caballero del honor", reza el himno madridista). Unos valores que Jorge Valdano, tras 27 años entrando y saliendo del Real Madrid como jugador, entrenador, Director General Deportivo y Adjunto a la Presidencia, conocía muy bien. "El club se había ido hacia un lugar, yo me había alejado y me había quedado solo. Yo no me he movido de mi lugar. Cuando hubo diferencias encontré refugio en los valores", aclaró Valdano el día de su marcha. Hasta entonces él había sido "quien mejor representa al club" según el propio Florentino; el Portavoz de la entidad blanca, la Palabra del Real Madrid.

En el 'pulso' entre José Mourinho y Jorge Valdano las simpatías podrán estar repartidas entre uno y otro, y quizá la mayoría de los aficionados madridistas hubiesen tomado la misma decisión que adoptó Florentino. Pero difícilmente se puede negar que el Madrid ha tenido y tendrá pocos portavoces como Valdano, quien disponía de la oratoria argentina, los valores del madridismo, el conocimiento del mundo del fútbol y de la palabra, y una elegancia diplomática.

Para aquellos a quienes les atraiga el fútbol y la literatura les queda la esperanza de que todo acabe como empezó: con Valdano escribiendo artículos en algún periódico, volviendo a congraciar al fútbol con las palabras y ser otra vez ese "vendedor de sueños" con el que un crítico pretendió ofenderle un día.

En cuanto a Mourinho, habrá que ver cómo desempeña ese nuevo cargo de portavoz, porque el club de Concha Espina no puede demandar conspiraciones arbitrales y provocar conflictos un año más. El Real Madrid tiene que cuidar su fútbol, pero también su imagen y su palabra.

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